Los planificadores

Los planificadores ignoran cómo es posible que el mundo siga rodando sin ellos. Se consuelan pensando: ya nos llamaréis. No hace falta, estáis en nuestras vidas y os aceptamos pero no nos metáis en vuestros planes. No es que nosotros no planeemos cosas, es que sabemos cuáles se van a hacer y cuáles no porque ya nos conocemos y la eficiencia es una palabra que sólo vosotros os aplicáis. Ya vimos la planificación soviética dónde ha dejado a Europa oriental.
Lo empezáis todo y no termináis nada. Cuando os sentís atacados, plantáis e insultáis; es un síndrome cubano: la culpa de todo siempre es exterior, nunca tenéis la más mínima, es la planificación irresponsable.
Yo he vivido mi vida, intensa, de más de medio siglo sin tener planificador. Quizás por eso he podido hacer tantas cosas. Quizás por eso soy pobre.
¿Enemigo de los planes? no, ni de los planificadores. No canto a la cigarra sobre la hormiga. Es que no se debe planificarlo todo.