Los ayuntamientos españoles tienen una deuda enorme, gastan mucho más de lo que ingresan y no será por falta de afán recaudatorio creciente aunque hagan gala de su pereza para cumplir con su obligación.
El Ayuntamiento de Gallardón se lleva la palma, su deuda es la cuarta parte de la deuda total de los ayuntamientos españoles. Por eso se sube el sueldo más de un 11 por ciento y por eso planea más obras. Al fin y al cabo, el dinero lo saca de los bolsillos de los ciudadanos y no precisamente de quienes más tienen sino de quienes menos esconden.