En el aeropuerto de Barajas, hay una ventanilla para atender a las personas con discapacidad o movilidad reducida. Es una gran idea y si estuviera abierto sería ya genial. En la imagen, una señora en silla de ruedas espera, inútilmente, ser atendida en un mostrador que permanece cerrado bien pasadas las nueve y media de la mañana.
Menos carteles y más hechos.